En Atlante Legal hemos conseguido una sentencia estimatoria en un caso especialmente relevante. Se trata de una trabajadora con incapacidad permanente absoluta reconocida desde hace años, que logra una declaración de incapacidad para la actividad compatible de vendedora de la ONCE y una actualización de la base reguladora para el cálculo de su pensión de incapacidad.

La trabajadora, con una discapacidad física de un 77% desde el año 1992, tiene reconocida una incapacidad permanente absoluta por enfermedad común desde el año 1993 como consecuencia de un desprendimiento de retina en ambos ojos y coriorretinopatía miópica.

Al mismo tiempo que venía disfrutando de una pensión de incapacidad permanente absoluta de 898,36 € mensuales, la trabajadora prestaba servicios desde el año 2015 como agente vendedor de la ONCE, trabajo compatible con su situación de incapacitada.

Las bases de cotización que la trabajadora ha generado durante su etapa como agente vendedora de la ONCE fueron mucho más elevadas que las que tuvo antes de ser declarada en situación de incapacidad permanente absoluta, razón por la que le interesaba una actualización de su base reguladora para poder acceder a una pensión de incapacidad de mayor cuantía

Desde mediados del año 2020, la trabajadora estuvo en situación de incapacidad temporal por enfermedad común por meniscopatía interna de rodilla izquierda, de la que fue intervenida quirúrgicamente en dos ocasiones, habiendo desarrollado una gonartrosis severa con gran afectación del compartimento interno, siendo además, candidata a prótesis de rodilla.

La trabajadora, al margen de la lesión en rodilla izquierda, ha empeorado significativamente de su patología ocular previa, habiendo sido declarada desde el 2018 en grado de ceguera legal en ambos ojos, con coriorretinopatía miópica bilateral que afecta a toda el área macular. Como consecuencia de estas dolencias, la trabajadora, adicionalmente, ha desarrollado una depresión reactiva.

A pesar de este diagnóstico, tras completar el periodo máximo de incapacidad temporal de 545 días, el INSS dictó resolución declarando a la trabajadora apta para trabajar por mejoría.

Las funciones laborales de la demandante como vendedora de la ONCE son: “Recoger y preparar los productos con antelación a la venta (topes y demás comerciales, TPV, expositor y acarrear con ellos hasta el punto de venta), realiza la liquidación diariamente de los mismos, así como la devolución de los no vendidos, en los lugares que la ONCE (en este caso particular en la Oficina de Correos) le indique, haciendo los desplazamientos necesarios, tanto para dichos procesos como para el propio ejercicio de la venta en su caso”.

Tras la celebración del juicio y declaración de los peritos propuestos, los abogados de Atlante Legal pudieron probar que las patologías que presentaba la trabajadora le limitaban para la deambulación, para permanecer en bipedestación durante más de 15 minutos, para la sedestación prolongada, para subir y bajar escaleras y rampas y para cargar pesos superiores a 3 o 4 kilogramos.

Con estos hechos probados, el Juzgado de lo Social 10 de Las Palmas de Gran Canaria,  dictó sentencia por la que consideró acreditado que la trabajadora no puede desempeñar su trabajo como agente de ventas de la ONCE al presentar limitaciones incompatibles con esa profesión, ya que con estas patologías, no podría desempeñar sus funciones con un mínimo de rendimiento, eficacia, profesionalidad y seguridad.

En consecuencia, además de estimarse la declaración de incapacidad para desempeñar el trabajo compatible, también se estimó la solicitud de re cálculo de la pensión de incapacidad permanente absoluta que ya venía disfrutando la trabajadora, teniendo en cuenta las cotizaciones satisfechas durante su trabajo como agente vendedor de la ONCE (que eran mucho más elevadas), reconociéndose una pensión de 1.350,46 € mensuales y el abono de los atrasos desde el alta médica.

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