La hernia de disco es una afección común de columna vertebral que puede producir dolor de espalda, pérdida de fuerza, hormigueos, entumecimiento y problemas de movilidad, y que en casos graves, puede dar lugar a una incapacidad permanente absoluta por hernia discal.
Para ser beneficiario de una incapacidad permanente absoluta por hernia discal, es necesario que el paciente tenga limitaciones muy amplias, como por ejemplo, imposibilidad de permanecer de pie o sentado durante mucho tiempo, limitación para levantar cargas moderadas, limitaciones a la deambulación, problemas de movilización de columna, y sobre todo, dolor agudo.
Estas limitaciones, suelen darse de manera conjunta cuando el paciente, además de la hernia discal, sufre otras dolencias de columna vertebral que agravan su situación de base, como por ejemplo, radiculopatía, atrapamientos del nervio, estenosis del canal medular, espondilolistesis, espondilolisis o espondiloartrosis. Se trata, en la mayor parte de los casos, de enfermedades de columna crónicas o degenerativas.
Los casos donde con mayor probabilidad se puede lograr una incapacidad permanente absoluta por hernia discal, son los paciente que, debido al dolor que padecen, precisan de un seguimiento por la unidad del dolor, y la prescripción médica de analgésicos opioides de segundo escalón, como tramadol, tapentadol, palexia; y en casos especialmente graves, potentes analgésicos de tercer escalón como oxicodona y fentanilo.
El proceso de solicitud de incapacidad permanente absoluta por hernia discal puede ser largo y complicado, ya que en muy pocas ocasiones es reconocida directamente por el INSS, sino que el paciente deberá acudir a los tribunales para intentar que un juez le de la razón.
Para el reconocimiento judicial de la incapacidad permanente absoluta, se requerirá de un abogado especializado en incapacidad laboral, quien, con la ayuda de un perito médico, deberá acreditar en un procedimiento judicial sobre incapacidad, que el paciente tiene limitaciones incompatibles con el trabajo, en cuyo caso, el paciente tendrá derecho a percibir una pensión igual al 100 % de su base reguladora.
Para obtener una incapacidad permanente absoluta por hernia discal en vía judicial, es preciso acreditar que, aunque el trabajador pueda desempeñar puntualmente algunas tareas laborales, con las limitaciones que padece, realmente está incapacitado para desempeñar un trabajo remunerado con un mínimo de continuidad, rendimiento y eficiencia.
Los trabajadores que han sufrido una hernia discal, deberían plantearse si esta patología, ha podido desarrollarse a consecuencia de su trabajo, ya que, en tal caso, podría ser calificado como accidente de trabajo, o como enfermedad profesional, pudiendo tener derecho a ciertos beneficios, como por ejemplo, una pensión de incapacidad temporal más elevada; un recargo sobre las prestaciones si se demuestra que el empresario ha incumplido las normas de prevención, o incluso, en casos más graves, una indemnización por daños sufridos debido al incumplimiento empresarial de las normas de seguridad y salud laboral.
En conclusión, para que la hernia discal pueda dar lugar a solicitar un incapacidad permanente absoluta, la jurisprudencia suele establecer como requisito que el paciente padezca complicaciones que le generen amplias limitaciones incompatibles con cualquier profesión conocida.