La depresión es una de las enfermedades relacionadas con la salud mental más frecuentes en nuestro país. Se puede manifestar de manera independiente, es decir, sin otras patologías que la acompañen, pero es muy habitual que aparezca como consecuencia de otra enfermedad.
Lo cierto es que, se presente sola o acompañada de otras patologías, la depresión, se ha convertido en una de las principales causas por la que las personas emprenden acciones legales contra el INSS.
Si padece un trastorno depresivo o es usted un profesional del derecho y desea saber las cuestiones que deben de tenerse en cuenta para solicitar una incapacidad permanente por depresión, le recomendamos que lea este artículo.
¿Qué debe de saber sobre la incapacidad permanente por depresión?.
1. ¿Qué es la depresión?. Síntomas que puede experimentar el trabajador
La depresión, es un trastorno mental que puede cursar con síntomas como dificultad para la concentración, tristeza, pérdida de interés en actividades cotidianas, alteraciones del sueño y del apetito, sentimientos de desesperanza, sensación de cansancio, baja autoestima, sentimiento de culpa, y en casos extremos, incluso pensamientos suicidas.
Cuando la persona trabajadora comienza a experimentar algunos de los síntomas de la depresión, es conveniente que acuda a un médico psiquiatra a los efectos de diagnosticar correctamente la patología y que la misma pueda ser tratada de manera precoz, ya sea con terapia específica o con medicación.
Un tratamiento profesional precoz, ayudará además, a documentar la historia psiquiátrica del paciente, lo que es sumamente importante si pretende solicitar una incapacidad permanente por depresión, ya que ello servirá para acreditar sus antecedentes psiquiátricos, la evolución de la enfermedad y el tratamiento que ha recibido.
2. Limitaciones que produce la depresión
Los síntomas de la depresión, en ocasiones, generan en la persona que la padece, limitaciones para las actividades de la vida diaria, limitaciones para el auto cuidado y limitaciones para afrontar tareas relacionadas con profesiones que requieran responsabilidad sobre las personas, peligrosidad o capacidad de atención.
Debe de tenerse en cuenta que la depresión, suele llevar aparejado tratamiento con antidepresivos. Algunas personas son capaces de superar procesos depresivos con un correcto tratamiento y acudiendo a terapia, pero lo cierto es que, no todos los pacientes, responden de manera positiva al tratamiento.
Cuando este tratamiento se alarga en el tiempo, y en este periodo se van produciendo varios ajuste de medicación sin mejoría aparente, la dosis puede verse incrementada, en cuyo caso, además de las limitaciones propias de esta enfermedad mental, pueden generarse limitaciones relacionadas con los efectos secundarios ocasionados por el tratamiento farmacológico, afectando a la capacidad de atención, capacidad de vigilia e incluso a la vida social.
Pero no por el hecho de sufrir una depresión y un tratamiento farmacológico crónico, el trabajador tiene garantizada una prestación de incapacidad permanente, sino que es preciso acreditar que la misma le genera limitaciones graves y permanentes para trabajar, y que además, se han agotado todas las posibilidades terapéuticas.
Las limitaciones que produce la depresión dependerán del tipo de trabajo desempeñado, pero las más habituales son las siguientes:
• Limitación para el desempeño de trabajos que impliquen concentración.
• Limitación para desempeñar trabajos de cara al público.
• Limitación para trabajos en que se asuma el cuidado de otras personas.
• Limitacion para trabajos que consistan en desempeñar tareas repetitivas.
• Limitación para trabajos que requieran de un esfuerzo físico moderado.
Es muy complicado que el INSS reconozca de oficio una situación de incapacidad por depresión, por lo que en la mayoría de los casos, el trabajador se ve obligado a acudir a los juzgados para solicitar una incapacidad permanente por depresión.
3. ¿Qué dicen los tribunales sobre la incapacidad laboral por depresión?
Los elementos que por parte de nuestros tribunales suelen tener en cuenta para otorgar una incapacidad permanente por depresión, es que se trate de una depresión crónica, de larga evolución y con difícil control terapéutico (lo que se conoce como depresión mayor), y que ademas, ocasione limitaciones incompatibles con el trabajo.
Los juzgados y tribunales, a la hora de acordar una prestación de incapacidad permanente, suelen tener muy en cuenta que el trabajador padezca también, otras patologías de carácter crónico o degenerativo, como por ejemplo, enfermedades neurológicas, fibromialgia, otras enfermedades mentales, dolencias crónicas del sistema músculo esquelético y patologías que cursan con dolor crónico.
En este caso, es más sencillo obtener una prestación de incapacidad permanente por depresión, ya que las limitaciones para trabajar, sin lugar a dudas, son más amplias.
En nuestra jurisprudencia existen numerosas sentencias que otorgan al trabajador incapacidad permanente absoluta por depresión o trastornos ansioso depresivos, entre las cuales se puede destacar, la sentencia del TSJ de Cataluña de 18/11/2022 o la sentencia del TSJ de Canarias de 22/11/2022, pero reiteramos que en muchos de los casos, suele ir acompañado de otras patologías que agravan la situación de base del paciente generando mayores limitaciones.
4. Grados de incapacidad permanente por depresión
Cuando el trabajador se encuentra en un estado inicial del proceso depresivo, lo habitual es que se le otorgue una incapacidad temporal para desempeñar su profesión, durante el cual estará bajo seguimiento del servicio público de salud, de la mutua o del INSS, para valorar la evolución de la enfermedad.
Si durante el proceso de baja médica, se le otorga el alta pero aún sigue teniendo limitaciones para trabajar, siempre podrá mostrar su disconformidad impugnando el alta, lo que deberá hacerse en los plazos establecidos, ya que en caso contrario, perderá la oportunidad de reclamar.
Cuando el trabajador completa el plazo máximo de incapacidad temporal, o durante este proceso, considera que las posibilidades de mejoría son nulas o muy improbables, podrá solicitar una incapacidad permanente por depresión.
El grado de incapacidad permanente, dependerá de si la depresión ocasiona al trabajador limitaciones para desempeñar su profesión, en cuyo caso podrá solicitar una incapacidad permanente total para profesión habitual, o si le incapacita para toda profesión conocida, pudiendo entonces reclamar una incapacidad permanente absoluta.
En los procedimientos judiciales en materia de incapacidad laboral, es sumamente importante acreditar los requerimientos que tiene la profesión habitual de la persona trabajadora, para ello, es muy útil servirse de las guías de valoración profesional que proporciona el INSS. Cuando hablamos de requerimientos, nos referimos las aptitudes psicofísicas que debe poseer un trabajador para realizar una ocupación determinada. A medida que los requerimientos sean más altos, querrá decir que el tiempo de ocupación laboral y la intensidad será mayor.
Por poner un ejemplo práctico: una persona vendedora en un hipermercado con funciones de reponedora, según las tablas aplicables, tendrá requerimiento 3 (medio alto) para el uso de brazos, manejo de cargas o atención al público, requerimientos que pueden ser incompatibles con un diagnóstico de depresión mayor.
Adicionalmente, es altamente recomendable, servirse de una pericial médica, que nos ayude a establecer el correctamente el diagnóstico, las limitaciones de la persona trabajadora y la capacidad física y funcional que presenta a consecuencia de estas dolencias.
5. Discapacidad por depresión.
Las personas trabajadoras que sufran depresión mayor y otros trastornos depresivos crónicos, pueden llegar a ser beneficiarios de un grado de discapacidad psíquica si la sintomatología que padecen, les ocasiona limitaciones para las actividades de la vida diaria o las propias del auto cuidado, pudiendo beneficiarse de los derechos inherentes a la declaración de discapacidad.
Si padece una depresión y tiene dudas sobre la manera en que se obtiene un certificado de discapacidad, le recomendamos que lea nuestra publicación sobre cómo solicitar el certificado de discapacidad.
6. Conclusión
En conclusión, aunque es posible solicitar una incapacidad permanente por depresión, para una mayor probabilidad de éxito en la reclamación, es preciso que se trate de una patología definitiva o de muy larga evolución, que la misma ocasione limitaciones para el trabajo; que tenga un tratamiento farmacológico crónico y que esté acompañada de otras enfermedades crónicas que agraven la situación de base del paciente.