¿Te has preguntado alguna vez si un resultado adverso o un trato inadecuado en un hospital podría ser negligencia médica? En Atlante Legal estamos aquí para ayudarte a entender de forma sencilla y didáctica qué se considera mala praxis médica,  qué no lo es y cuáles son tus derechos como paciente.

Mantente con nosotros y descubre en este artículo todo lo que necesitas saber sobre la responsabilidad sanitaria, desde los conceptos básicos hasta los pasos para reclamar por negligencia médica si así lo precisas. ¡Sigue leyendo y empodérate con la información que te ofrecemos para proteger tu salud y tus derechos!

QUÉ ES LA NEGLIGENCIA MÉDICA Y CÓMO SE ENTIENDE SEGÚN LA DOCTRINA Y JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL SUPREMO.

 La negligencia médica (también conocida como mala praxis médica) se define como aquella actuación de un profesional sanitario que incumple los protocolos vigentes y los estándares de la llamada lex artis. Dicho incumplimiento implica que el facultativo o el personal de enfermería, en su quehacer asistencial, haya ejecutado su labor de forma alejada de las pautas establecidas por la literatura científica y las guías clínicas aplicables al caso concreto.

Ahora bien, tal y como reconoce la doctrina y la jurisprudencia del Tribunal Supremo, no todo resultado adverso o experiencia negativa constituye automáticamente una negligencia médica. Para que exista responsabilidad sanitaria, es esencial que se demuestre que el médico u otro profesional no actuó conforme a los medios y conocimientos disponibles en el momento de la intervención, causando de manera directa o indirecta, un daño que pudo haberse evitado de haber obrado adecuadamente.

  1. DIFERENCIA ENTRE MEDICINA DE MEDIOS Y MEDICINA DE RESULTADO

 Una de las cuestiones que generan mayor confusión en el ámbito de la reclamación por negligencia médica es la distinción entre medicina de medios y medicina de resultado:

Medicina de medios: El profesional sanitario está obligado a poner todos los recursos, conocimientos y diligencia razonables, pero no puede garantizar un resultado concreto. Un ejemplo de medicina de medios es la cirugía de emergencia por un accidente de tráfico: el cirujano debe aplicar los protocolos quirúrgicos más adecuados, aunque el desenlace clínico pueda variar en función de las circunstancias del paciente.

Medicina de resultado: El compromiso profesional incluye, además de la puesta de medios, la consecución de un resultado determinado, generalmente asociado a actos médicos voluntarios y planificados. Un ejemplo puede ser la cirugía estética o determinados tratamientos de fertilidad, donde se ofrece la promesa de obtener un efecto o resultado muy específico.

La jurisprudencia del Tribunal Supremo recalca que en la medicina de medios la obligación profesional se limita a actuar conforme a la lex artis, pero no a asegurar un determinado resultado clínico. En cambio, en la medicina de resultado, el facultativo asume también la obligación de cumplir la expectativa pactada o publicitada, por lo que un incumplimiento de esa promesa puede derivar en responsabilidad.

  1. CUANDO EL PACIENTE PERCIBE UNA “MALA PRAXIS” QUE NO SIEMPRE LO ES.

 En muchas ocasiones, el paciente o sus familiares interpretan una experiencia clínica difícil o un desenlace no esperado como mala praxis médica, sobre todo cuando el trato recibido no ha sido el deseable o cuando no se han alcanzado los resultados esperados en términos de salud. Sin embargo, los propios criterios de la doctrina y la jurisprudencia exigen valorar:

– Si el profesional siguió los protocolos médicos recomendados en la literatura científica.

– Si el paciente contaba con un cuadro clínico que complicó la intervención.

– Si el daño se habría evitado con una actuación distinta y razonable según la lex artis.

Por ello, antes de catalogar un acto como negligente, es fundamental analizar informes médicos, historias clínicas y la pericia de otros especialistas. Habitualmente, lo que puede percibirse como error no está sujeto a reproche alguno si se demostrase que el personal sanitario obró de acuerdo con los estándares de la práctica médica.

  1. EL VALOR DE LA PROFESIÓN MÉDICA Y LA POSIBILIDAD DE RECLAMACIÓN.

 La profesión médica se encuentra, con razón, entre las mejor valoradas de nuestro país. Nuestros profesionales sanitarios poseen una alta cualificación y gozan de prestigio internacional. Sin embargo, como en cualquier práctica humana, pueden producirse errores médicos que devengan en negligencia médica. En estos casos, el paciente está amparado por la ley para interponer una demanda por negligencia médica o una reclamación patrimonial por negligencia médica, con el objetivo de obtener la reparación de los daños sufridos.

La coexistencia de un servicio sanitario de altísima calidad y la posibilidad de que existan casos concretos de mala praxis médica es precisamente la base para que cada vez más ciudadanos, informados y conocedores de sus derechos, decidan reclamar en los supuestos de error profesional. Cuando se dan estos supuestos, es de vital importancia contar con un abogado experto en negligencia médica que oriente al paciente sobre los plazos para reclamar y los criterios para probar la negligencia médica.

  1. LA IMPORTANCIA DE ASESORARSE CON ABOGADOS ESPECIALIZADOS EN DERECHO SANITARIO.

Dado que el concepto de negligencia médica se sustenta en criterios técnicos y jurídicos complejos, es recomendable acudir a abogados especializados en derecho sanitario. Un especialista en reclamación por negligencia médica será el encargado de estudiar la historia clínica, valorar los informes periciales y asesorar acerca de los pasos a seguir para reclamar una indemnización por negligencia médica, si procede.

El uso de protocolos médicos reconocidos y el respeto a las pautas científicamente admitidas no solo ayudan a preservar la seguridad del paciente, sino que sirven de referencia objetiva a la hora de determinar si existió o no un comportamiento negligente. Sin el análisis experto de la documentación médica y las circunstancias del caso, puede resultar muy difícil discernir entre un resultado clínico adverso inevitable y una auténtica vulneración de la lex artis.

  1. CONCLUSIÓN.

En definitiva, la negligencia médica no se limita a la existencia de un resultado desfavorable, sino que exige la constatación de un incumplimiento claro de los deberes profesionales que marca la lex artis. Aun siendo conscientes del gran nivel de nuestra sanidad y del alto grado de especialización de nuestros profesionales, todos podemos vernos expuestos a situaciones en las que, de confirmarse la mala praxis, existan motivos más que suficientes para iniciar una reclamación por negligencia médica.

En futuras entradas profundizaremos sobre aspectos esenciales para el paciente que sospeche haber sido víctima de negligencia médica, por ejemplo:

– Qué hacer en caso de sufrir una negligencia médica.

– Cómo reclamar por negligencia médica.

– Plazos para reclamar una negligencia médica.

– Cómo probar la negligencia médica.

– Cómo poner una demanda por negligencia médica.

– Qué indemnización me corresponde por negligencia médica.

Con un conocimiento adecuado y el respaldo de abogados especializados en negligencia médica, el paciente puede defender de manera efectiva sus derechos y perseguir la reparación del daño sufrido. El objetivo final de estas reclamaciones es no solo obtener la indemnización justa, sino también mejorar la calidad de la atención sanitaria para todos los usuarios presentes y futuros.

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