En esta entrada analizaremos los supuestos en que puede solicitarse una incapacidad permanente por Lupus. El lupus eritematoso sistémico (LES), se ha convertido en una de las enfermedades reumáticas sistémicas más frecuentes, con un nivel de incidencia creciente a lo largo de los años.

En nuestro país, y de acuerdo con la Sociedad Española de Reumatología (SER), su prevalencia se estima en 9 por 10.000 habitantes. A nivel global, y según estadísticas del American College Of Rheumatology (ACR), el cálculo se dispara ya a más de cinco millones de personas en todo el mundo (si bien, debido a la dificultad del diagnóstico, se considera que el número pueda ser mucho mayor).

El lupus, es una enfermedad crónica autoinmune. En esta patología, nuestro sistema inmunológico ataca por error a las células y tejidos sanos del organismo, de forma que se genera un exceso de anticuerpos en el torrente sanguíneo que causan inflamación y dañan las articulaciones, los músculos y otros órganos.

¿Cuáles son principales síntomas a tener en cuenta del Lupus?

  • Dolor en músculos e inflamación en articulaciones.
  • Erupción cutánea en forma de alas de mariposa sobre las mejillas y la nariz.
  • Dolor de pecho al inspirar profundamente (pleuresía).
  • Fatiga extrema y debilidad o cansancio.
  • Ulceras bucales o nasales.
  • Hinchazón (edema) de pies, piernas, manos y/o alrededor de los ojos.
  • Pérdida de cabello.
  • Sensibilidad al sol o la luz (fotosensibilidad).
  • Depresión.
  • Síntomas gripales y/o sudoraciones nocturnas.
  • Inflamación de los tejidos que recubren órganos internos con dolor abdominal o pectoral.
  • Problemas de la coagulación de la sangre.
  • Problemas hematológicos como la anemia (recuento bajo de glóbulos rojos).
  • Ataques, enfermedad mental u otros problemas cerebrales.
  • Dolores de cabeza, migrañas y febrícula

Se pueden padecer de forma conjunta al menos cuatro o cinco de estos síntomas, que pueden desaparecer y/o desarrollar otros a lo largo del tiempo y afectar al paciente de forma leve o grave. Sin embargo, los dos síntomas más habituales del Lupus suelen ser: el dolor en músculos y articulaciones, junto con la fatiga extrema y debilidad.

¿Cuándo se puede producir el Lupus?

El Lupus se puede desencadenar: en la pubertad; al dar a luz; durante la menopausia; después de una infección vírica; con la exposición solar; después de un tratamiento prolongado con ciertos medicamentos, etc…

Estos supuestos pueden ser considerados como puntos gatillo para aquellas personas susceptibles de desarrollar un Lupus. El Lupus también puede desencadenarse en personas con antecedentes familiares de otras enfermedades autoinmunes como: la Esclerosis Múltiple o Artritis Reumatoide.

 ¿Cuáles son las principales pruebas diagnósticas para la detección del Lupus?

El diagnóstico del Lupus puede ser un desafío debido a la variedad de sus síntomas. No existe una prueba diagnóstica específica para el lupus, y a menudo se requiere de una combinación de exámenes físicos, análisis de sangre: como la de anticuerpos antinucleares (ANA), y otros exámenes específicos de anticuerpos y análisis de orina.

Al tratarse de una especie de auto-alergia y, al manifestarse de manera tan variada, el Lupus hace que el perfil de los pacientes afectados sea completamente diferente. El especialista, deberá de atender a muy distintos y variados síntomas y órganos de cara a establecer un diagnóstico certero:

  • Articulaciones .
  • Riñones.
  • Glándulas inflamadas.
  • Corazón.
  • Sistema nervioso.
  • Pérdida de peso y/o sobrepeso.

Para llegar a un diagnóstico firme el médico necesita constatar cuatro de las once condiciones aceptadas internacionalmente (al mismo tiempo o de forma espaciada). Estas condiciones, que incluyen los resultados analíticos, también considerarán los antecedentes familiares (genéticos).

¿Qué médico es el encargado de diagnosticar el Lupus?

 Generalmente será el reumatólogo, pero también pueden intervenir dermatólogos, especialistas del riñón y cardiólogos.

 ¿Cuáles son los tratamientos más efectivos contra el Lupus?

 Antiinflamatorios no esteroideos (AINES), Aspirina, etc.

Los AINES están indicados para enfermos que sufren principalmente de dolor muscular y articular. Por otra parte, la aspirina, heparina o el sintron son tratamientos anticoagulantes y tienen como finalidad evitar trombos, isquemias cerebrales-coronarias (infarto) etc….

Anti-palúdicos.

Estos medicamentos ayudan a enfermos con afectación cutánea y articular. Dichas sustancias pueden resultar eficientes para un Lupus moderadamente activo y evitan el uso de esteroides (que, si bien son el mejor medicamento antinflamatorio, su uso prolongado tiene importantes efectos secundarios). La hydroxicloroquinay el mepacrine son las más comunes.

Los esteroides.

Fármacos como la prednisona, tienen una importancia vital en el tratamiento del Lupus. Son muy efectivos contra la inflamación y para desactivar las fases agudas de la patología. La dosis dependerá de la gravedad de los síntomas y será disminuida gradualmente o retirada (si es posible) una vez la enfermedad esté bajo control.

Inmunosupresores.

Son fármacos que reducen la actividad inmune de nuestro organismo, cuando la respuesta inmunológica está alterada. Se utilizan en los casos más severos. Los más comunes son: metotrexate, azatioprina y ciclofosfamida.

Biológicos.

Para que el sistema inmunológico funcione correctamente.

Terapias Adicionales

Algunos ejemplos incluyen: diuréticos (para la retención de líquidos); antihipertensivos, (para controlar la presión arterial); anticonvulsivantes (para trastornos convulsivos); antibióticos (para las infecciones); fármacos para fortalecer los huesos (para tratar la osteoporosis).

¿Cuántos tipos de Lupus existen?

Lupus Eritematoso Sistémico: resulta el más común de todos y representa el 70% de los casos. Puede afectar a cualquier sistema u órgano, sus versiones más frecuentes son las que atacan a articulaciones y riñones. Se manifiesta en forma de brotes.

Lupus Eritematoso Cutáneo: este tipo de Lupues solo afecta a la piel. Se observa en un 10% total de los casos.

Lupus inducido por medicamentos: se desencadena por una reacción desproporcionada a ciertos medicamentos. Los síntomas, por lo general, desaparecen cuando se suspende la ingesta de los fármacos.

Lupus neonatal: es una enfermedad poco común. Se produce cuando el lactante adquiere anticuerpos de una madre con lupus eritematoso sistémico. Los problemas de la piel, hígado y la sangre desaparecen en seis meses, pero el bloqueo cardíaco congénito requerirá el uso de marcapasos.

Grados de gravedad de la enfermedad

El lupus se clasifica en varios grados de gravedad según los órganos afectados y la severidad de la enfermedad.

Puede ser leve: con síntomas como fatiga, erupciones cutáneas y dolores articulares; moderado: afectando a los órganos internos como los pulmones y el corazón; y severo: afectando a los riñones y el sistema nervioso central, pudiendo poner en ocasiones, en riesgo la vida del paciente (si bien el 80%-90% de los pacientes tienen una expectativa de vida similar al del resto de la población.

¿Cuándo puede puede concederse la incapacidad permanente por lupus?

 La incapacidad permanente por lupus podrá concederse en casos donde el lupus afecte significativamente a la capacidad de una persona para realizar su trabajo habitual. Esto podría incluir afecciones como fatiga severa, dolor crónico, dificultad para moverse debido a la artritis, problemas neurológicos que afecten la concentración y la memoria, o efectos secundarios graves de los medicamentos utilizados para tratar el lupus.

Todo dependerá de la evaluación individual de cada caso y de cómo la enfermedad afecta a la capacidad laboral del individuo.

En ocasiones, y atendiendo al grado de intensidad del lupus y de sus brotes, serán necesarias las bajas laborales por incapacidad temporal (IT) y, si en aquellos casos en que el Lupus es muy severo, algunos pacientes podrán solicitar la incapacidad permanente por lupus e, incluso, instar el certificado de discapacidad.

¿Existe cura para el Lupus?

 Por el momento no existe una cura para el Lupus, pero la buena noticia es que se puede controlar la enfermedad con un programa de tratamiento y monitorización adecuado. De esta forma, la mayoría de los enfermos pueden disfrutar de una expectativa de vida normal.

 Aún debemos profundizar en el conocimiento del sistema inmunitario, en su funcionamiento, para poder acercarnos a la cura definitiva, no obstante, el interés y el conocimiento científico no paran de aportar avances en este campo, por lo que, sin miedo a equivocarnos, cada ve estamos más cerca descifrar tratamientos efectivos para su cura.

Desde Atlante Legal, siempre recomendamos que, en caso de querer solicitar una incapacidad permanente por lupus  o  el certificado de discapacidad, se ponga en manos de abogados especializados en derecho sanitario para recibir el mejor asesoramiento posible.

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