Todo el mundo conoce; bien porque la ha sufrido, bien porque ha oído hablar de ella en algún momento, la palabra peritonitis. Un concepto que, con carácter general, asociamos al término de apendicitis, y que tiene lugar en aquellos casos en los que dicho órgano no se trata a tiempo en un proceso inflamatorio agudo, siendo la peritonitis una complicación grave en los procesos por apendicitis. No obstante, la peritonitis también puede obedecer a otras causas. Por lo que en esta entrada del blog vamos a explicar: qué es la peritonitis, sus síntomas, principales supuestos de peritonitis por negligencia médica, sus riesgos y tratamiento.

1.¿Qué es una Peritonitis?
La peritonitis, es una complicación médica grave, ocurre cuando el peritoneo, la delgada capa de tejido que recubre el interior del abdomen y soporta la mayoría de los órganos abdominales, se inflama. Esta condición puede ser resultado de una infección bacteriana o fúngica, que a menudo se introduce en el cuerpo a través de una perforación en el abdomen, como puede ser una apendicitis no tratada, una úlcera perforada o lesiones traumáticas.

Sin embargo, también puede ser secundaria a enfermedades inflamatorias, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, o a tratamientos como la diálisis peritoneal. Es vital entender cómo estas causas contribuyen al desarrollo de la peritonitis para prevenirla y tratarla eficazmente.

2. ¿Cuáles son los síntomas de la Peritonitis?
El reconocimiento temprano de signos de peritonitis resulta fundamental para su diagnóstico y el tratamiento oportuno.

Los principales síntomas incluyen:
• Dolor abdominal severo y continuo que puede extenderse a todo el abdomen.
• Sensibilidad al tacto,
• Fiebre alta.
• Un cambio abrupto en los hábitos intestinales.
• Náuseas y vómitos.
• En casos severos, choque séptico (infección que afecta al resto del organismo).

3. Mala praxis médica asociada a la Peritonitis.
En la mayoría de los casos, la peritonitis por negligencia médica viene asociada a dos variantes de esta última; el error de diagnóstico, y el retraso diagnóstico. De acuerdo con los síntomas descritos en el apartado anterior, y las pruebas diagnósticas oportunas, el personal médico debe de establecer un diagnóstico certero y proceder de urgencia a intervenir al paciente para evitar las consecuencias fatales en que una peritonitis puede derivar. Como acabamos de señalar, cuando hablamos de negligencia médica, dos son las principales causas que pueden provocar un resultado de peritonitis:

Error de diagnóstico: que ocurre cuando los profesionales de la salud no identifican correctamente la peritonitis, posiblemente confundiéndola con otras afecciones abdominales menos graves. Un ejemplo sería, confundir un cuadro de mielitis aguda con un trastorno por ansiedad, o asumir erróneamente que el paciente sufre una gastroenteritis cuando en realidad presenta un cuadro agudo por peritonitis, 

Retraso diagnóstico: un retraso en el diagnóstico de la peritonitis puede deberse a varios factores, incluida la falta de realización de pruebas diagnósticas adecuadas en tiempo oportuno. Este retraso puede disminuir significativamente las posibilidades de recuperación del paciente.

Como resultado de los dos tipos de negligencia médica referidos, las secuelas que puedan haberse producido por una peritonitis, y las posibilidades de haberlas evitado en caso de una intervención a tiempo, pueden dar lugar al concepto de negligencia médica por pérdida de oportunidad; que se refiere a la situación en la que el paciente sufre un daño mayor del que hubiera padecido con un diagnóstico y tratamiento adecuados y oportunos en el momento correcto. Este concepto jurídico-médico, subraya la importancia de actuar rápidamente en situaciones críticas y permite reclamar por él, siendo precisa su valoración y asesoramiento por abogados especialistas en materia de negligencia médica.

4. Riesgos Orgánicos Severos.
La peritonitis no tratada puede progresar rápidamente a sepsis, una complicación potencialmente mortal que ocurre cuando el cuerpo responde de manera exagerada a una infección. Otros riesgos; incluyen el fallo multiorgánico y la formación de abscesos intraabdominales. Un absceso abdominal es una bolsa de fluido infectado y pus que se encuentra adentro del vientre o cavidad abdominal. Este tipo de absceso puede encontrarse cerca o dentro del hígado, el páncreas, los riñones u otros órganos. Pueden existir uno o más abscesos.

5. ¿Cómo diagnosticar una peritonitis?
Una inflamación grave del peritoneo, requiere una combinación de evaluación clínica, pruebas de laboratorio y técnicas de imagen. Estas pruebas son fundamentales para determinar la presencia de peritonitis, su etiología y severidad, así como para guiar el plan de tratamiento apropiado. Veamos, acto seguido, cuáles son las pruebas diagnósticas más comunes utilizadas para diagnosticar la peritonitis:

Evaluación Clínica:
• Historial médico y examen físico: Incluyen la revisión de síntomas como dolor abdominal, fiebre, náuseas y un cambio en los hábitos intestinales. El examen físico puede revelar sensibilidad abdominal, rigidez y signos de shock en casos severos.

Pruebas de Laboratorio:
• Análisis de sangre: se realizan para buscar signos de infección o inflamación, como un aumento en el número de leucocitos (leucocitosis). También se pueden evaluar otros parámetros como la velocidad de sedimentación globular (VSG), proteína C reactiva (PCR) y lactato sérico para valorar la gravedad de la inflamación o sepsis.
• Análisis de líquidos peritoneales: si se realiza una paracentesis (extracción de líquido peritoneal), el análisis de este líquido puede ayudar a identificar la causa de la peritonitis, como la presencia de bacterias o sustancias químicas.

Pruebas de Imagen:
• Radiografía abdominal: puede revelar aire libre bajo el diafragma, lo que indica una perforación de un órgano abdominal.
• Ecografía abdominal: útil para detectar líquido en la cavidad abdominal, evaluar los órganos abdominales y guiar procedimientos como la paracentesis.
• Tomografía computarizada (TC) abdominal: proporciona imágenes detalladas de la cavidad abdominal y es especialmente útil para identificar la causa de la peritonitis, como abscesos, perforaciones o bloqueos intestinales.
• Resonancia magnética (RM): se utiliza en circunstancias específicas, por ejemplo, para obtener imágenes detalladas en pacientes donde la TC no es concluyente o en casos de contraindicaciones para el uso de contrastes yodados en la TC.
• Laparoscopia: en algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica diagnóstica para confirmar la presencia de peritonitis y determinar su causa directamente observando los órganos abdominales.

El enfoque diagnóstico para la peritonitis puede variar dependiendo de la condición específica de cada paciente, la severidad de los síntomas y los resultados de las pruebas iniciales. La pronta identificación y tratamiento de la peritonitis son cruciales para prevenir complicaciones graves.

6. ¿Cómo se trata una peritonitis?
El tratamiento típicamente implica una combinación de cirugía para reparar la fuente de la infección y el uso de antibióticos para combatir la infección. En casos de peritonitis bacteriana espontánea, el tratamiento puede centrarse en el uso de antibióticos sin necesidad de intervención quirúrgica.

7. La Importancia de la Acción Temprana y Asesoramiento Especializado.

Como hemos indicado con anterioridad, la peritonitis puede llevar rápidamente a la sepsis, que supone una respuesta extrema del cuerpo a la infección. La sepsis es una emergencia médica que puede resultar fatal si no se trata de manera oportuna. De forma que la atención temprana puede prevenir su progresión. El tratamiento a tiempo con antibióticos puede limitar la propagación de la infección, evitando que afecte a otros órganos y tejidos.

La detección y el tratamiento tempranos pueden prevenir el daño irreversible de órganos internos, especialmente en casos de peritonitis bacteriana secundaria, donde la infección puede dañar órganos vitales. La bibliografía científica, nos muestra, por otra parte, que la mortalidad por peritonitis disminuye significativamente con la atención médica oportuna y adecuada. Sobre la correcta atención temprana y el tratamiento oportuno para este tipo de supuestos es fundamental el asesoramiento por abogado especializados en Derecho Sanitario.

Finalmente, y si como resultado de un proceso grave por peritonitis se generasen secuelas de relevancia que puedan afectar al paciente en el ejercicio de su profesión, de manera que no pueda seguir desempeñando las funciones propias de su puesto de trabajo, resulta igualmente recomendable ponerse en manos de abogados laboralistas con conocimiento del Derecho Sanitario, quienes podrán valorar distintos escenarios que van; desde la solicitud de una incapacidad permanente (total, absoluta, gran invalidez); pasando por la adaptación de las condiciones laborales y/o del puesto de trabajo.

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