En el complejo entramado del derecho sanitario, la solicitud de autopsia por presunta negligencia médica, emerge como una herramienta esencial y de urgencia para esclarecer determinados supuestos de fallecimiento de pacientes.

Este procedimiento, a menudo rodeado de dudas y desconocimiento, puede desempeñar un papel fundamental en la determinación de las causas de un deceso, abriendo para los familiares y allegados del fallecido que resulten afectados, la vía jurisdiccional cuando exista sospecha fundada de mala praxis médica.

Diferencia entre autopsia y necropsia.

Ambos términos, aunque a menudo utilizados como sinónimos, poseen diferencias significativas para la doctrina científica.

La autopsia, según criterio de la RAE, consiste en el: Examen anatómico de un cadáver. La autopsia, en esencia, constituye el examen minucioso del cuerpo de un individuo fallecido, incluyendo órganos, tejidos y huesos, con el objetivo principal de esclarecer la causa de la muerte.

La autopsia es conducida por un médico forense designado por el juzgado de instrucción de guardia (perteneciente al municipio donde aconteció el deceso), y se llevará a cabo, de forma general, en institutos anatómicos o forenses. La autopsia en un presunto caso de negligencia médica, es una interesante herramienta jurídica para investigar fallecimientos ocurridos tanto en entornos hospitalarios; como en domicilios particulares, espacios públicos u otros lugares.

La autopsia podrá ser solicitada por un médico; sin necesidad siquiera de consentimiento por parte de la familia; o por un tercero cualquiera, con conocimiento de los hechos, y que presente denuncia por causa del fallecimiento solicitando su ejecución.

La autorización para la práctica de la autopsia, debe de ser ordenada por el juez instructor, quien podrá denegar la solicitud de autopsia por presunta negligencia médica, si considera que no existen dudas razonables sobre la causa de la muerte, una situación relevante en casos de mala praxis. Por tanto, con la solicitud que elevaremos al juzgado de guardia, es esencial especificar explícitamente si se sospecha de alguna acción u omisión médica durante la enfermedad que pudiera haber contribuido al fallecimiento.

Por otra parte, la RAE ofrece un significado idéntico al de autopsia para el término de necropsia, ofreciéndolo como sinónimo, supuesto que suele generar gran confusión al referirse a uno u a otro. No obstante, la necropsia puede abarcar tanto a humanos como a animales, siendo esta última más comúnmente utilizada en medicina veterinaria (fundamentalmente, en su acepción anglosajona: necropsy).

En suma, la necropsia se distingue por ser llevada a cabo por un médico anatomopatólogo, generalmente del propio centro hospitalario donde ocurrió el deceso. Requiere el consentimiento explícito de un familiar directo del fallecido, y solo podrá solicitarse si el fallecimiento tuvo lugar en un entorno hospitalario.

Informe de exitus y su significado.

En la historia clínica del paciente solicitada por los familiares o allegados, debe de incluirse el llamado informe de exitus. Equivalente al informe de alta por fallecimiento, y que recoge los diagnósticos establecidos por el médico clínico especialista a cargo del paciente. Sin embargo, sus conclusiones carecen del mismo nivel de autoridad que las obtenidas a través de una autopsia o necropsia, ya que no implica el examen directo de órganos, tejidos y huesos del individuo fallecido, sino que recoge el motivo o cuadro clínico que produce el desenlace final (pero que, en ocasiones, trae consecuencia de acciones u omisiones que pudieran implicar mala praxis médica).

Objeto de la solicitud de autopsia por presunta negligencia médica.

Como venimos diciendo, la autopsia judicial puede solicitarse ante sospechas de mala praxis médica, siendo crucial para:

  • Determinar la causa exacta del fallecimiento.
  • Establecer si hubo relación causal entre la actuación médica y el exitus.
  • Identificar posibles negligencias en el diagnóstico y tratamiento.

Consideraciones y requisitos para solicitar una autopsia.

La solicitud de autopsia por presunta negligencia médica, se vuelve necesaria cuando existen dudas razonables sobre la causa del fallecimiento, especialmente si se sospecha de una mala praxis médica (ya sea por error de diagnóstico, retraso diagnóstico o negligencia propiamente dicha). Pensemos, por ejemplo, en aquellos sucesos en los que el motivo de ingreso hospitalario poco o nada tiene que ver con el resultado fatal del paciente, generándose una duda razonable en el entorno de aquel sobre el cómo y el porqué del fallecimiento.

En caso de ser necesaria una elección entre autopsia y necropsia; la primera siempre suele ser preferible, debido a las garantías de objetividad e imparcialidad que ofrece el hecho de que se informe por un médico forense ajeno al centro donde se produjeron los hechos; en contraposición al estudio realizado por un facultativo vinculado al mismo centro hospitalario en el que se pueda haber producido la hipotética negligencia (y siempre, reconociendo el compromiso y la profesionalidad de nuestros sanitarios).

Cómo solicitar autopsia por presunta negligencia médica.

El procedimiento de solicitud de autopsia en casos de una hipotética mala praxis médica implica varios pasos. En primer lugar; la solicitud debe presentarse ante el juzgado de guardia (instrucción) competente mediante un escrito fundamentado por parte de los interesados (familiares o representantes legales, allegados, terceros interesados, médicos…) especificando los motivos y fundamentos que justifican la necesidad de realizar la autopsia.

Una vez recibida la solicitud, el juez instructor evaluará la pertinencia de la misma y, si considera que hay indicios suficientes que adviertan sobre una posible mala praxis médica, emitirá la orden correspondiente para llevar a cabo la autopsia. La autopsia será realizada por profesionales forenses designados por el propio juzgado, garantizando así la imparcialidad y la objetividad del proceso en todo momento.

Marco Normativo.

Las disposiciones normativas que sustentan la solicitud de autopsias en casos de negligencia médica, incluyen el Código Penal y otras leyes procesales, que establecen la investigación de muertes con indicios de criminalidad (ya sea por razón de imprudencia grave o dolo en sus diversas formas) y la relevancia de la autopsia para esclarecer las circunstancias.

La solicitud de una autopsia bajo sospecha de mala praxis en un juzgado de instrucción, no implica que posteriormente, una vez obtenido el resultado de la misma, y de ser favorable a las pretensiones del reclamante, el proceso principal, deba seguirse bajo la jurisdicción penal.

Una vez se constata un posible incumplimiento de la lex artis ad hoc, o la existencia de imprudencia profesional en cualquiera de sus grados, el abogado deberá elegir la jurisdicción más apropiada según el caso para reclamar el daño.

Procedimientos y tiempos de la autopsia.

Tanto la autopsia como la necropsia se desarrollan en tres etapas fundamentales: el estudio preliminar, los estudios complementarios y el informe definitivo.

  • El estudio preliminar: que se elabora de manera inmediata y recoge los hallazgos macroscópicos junto con una presunción de la causa de la muerte.
  • Los estudios complementarios: que incluyen análisis microbiológicos, químicos, tóxicos y otros sobre los tejidos extraídos durante la autopsia, con un tiempo de realización que puede variar entre 3 y 9 meses.
  • El informe definitivo: que establece las causas del fallecimiento sobre la base de los datos obtenidos del examen del cadáver y los resultados de los estudios complementarios.

Sentencias relevantes.

  • STS 407/2020, de 14 de mayo de 2020. La resolución analizada, partiendo de la realización de la autopsia del finado, concluye que se ha producido una pérdida de oportunidad, toda vez que, de haberse practicado la intervención de sustitución valvular por parte del Servicio de Cirugía Cardiaca, las posibilidades de supervivencia, de acuerdo con los informes obrantes en los autos, habrían sido del 85%.
  • STSJ Castilla y León 808/2020, de 13 de julio de 2020. La sentencia, que analiza el fallecimiento intrauterino del feto, concluye, igualmente, que tras la práctica de la autopsia y resto de informes, puede entenderse que nos encontramos ante un supuesto de pérdida de oportunidad, por la privación de expectativas vitales del feto como consecuencia de la actuación médica omitida.

De acuerdo con lo anterior, podemos colegir cómo las autopsias juegan un papel crucial en la determinación de negligencia médica, proporcionando evidencia objetiva sobre la causa de la muerte y si hubo una mala praxis que contribuyó al fatal desenlace.

La autopsia permite un análisis detallado y esencial para establecer el nexo causal entre la atención médica recibida y el fallecimiento del paciente. Además, una autopsia por negligencia médica se centra específicamente en investigar si hubo errores médicos que contribuyeron a la muerte, diferenciándose de los informes de exitus que buscan establecer la causa de muerte sin considerar el contexto médico​​​​.

Conclusión.

La autopsia supone un recurso fundamental en la búsqueda de respuestas ante la pérdida de un ser querido en circunstancias dudosas. En aquellos casos en los que la posible mala praxis médica resulta una preocupación, la solicitud de autopsia judicial puede proporcionar una vía para documentar los hechos y determinar responsabilidades. Resulta esencial que esta decisión se tome con plena conciencia y con el asesoramiento adecuado por parte de abogados especialistas en negligencia médica, para garantizar el correcto devenir del procedimiento.

En definitiva, a lo largo de este artículo hemos buscado proporcionar una visión clara sobre el papel de la autopsia en el contexto de la negligencia médica, subrayando su importancia procedimental y normativa. En Atlante Legal, estamos comprometidos con la defensa de los derechos de los pacientes y sus familias, guiándolos a través de los complejos procesos legales para asegurar que familiares y allegados conozcan los motivos últimos de un desenlace tan doloroso como el del fallecimiento de un ser querido.

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