En la entrada de hoy analizaremos un supuesto de negligencia médica en implante dental. Los motivos que determinan dicha negligencia médica o mala praxis odontológica, y las secuelas ocasionadas como consecuencia de la misma.

Paciente que acude a una clínica dental por dolor intenso de una muela. Concretamente, de la pieza dental número 47, situada en el maxilar inferior derecho de la boca. Tras ser valorada en consulta, se decidió que debido al estado de la zona y el deterioro de la pieza, era necesario realizar un implante en dicho espacio bucodental.

Requisitos previos a la cirugía de implante.

 ¿Qué requisitos son necesarios en una cirugía de implante dental? Antes de proceder a la realización de una cirugía de implante, es necesario, de acuerdo con los protocolos médicos y en aras de evitar un posible supuesto de negligencia médica en implante dental, la realización de una serie de pruebas diagnósticas de imagen para valorar de forma correcta el estado de la zona a intervenir y la viabilidad o no del tratamiento que deba realizarse.

En concreto, hablamos de las siguientes pruebas:

  • Ortopantomografía: comúnmente conocida como panorámica dental, y que es un tipo de radiografía dental que proporciona una imagen única, plana y completa de la boca. Esta imagen abarca los dientes, las mandíbulas superior e inferior, las articulaciones temporomandibulares (ATM), y otras estructuras cercanas. Esta prueba de imagen resulta muy útil por varias razones:

Visión Completa: a diferencia de las radiografías dentales convencionales que capturan solo una pequeña área a la vez, la ortopantomografía muestra toda la boca en una sola imagen.

Diagnóstico: ayuda en el diagnóstico de problemas dentales comunes como caries, enfermedades de las encías y problemas de las raíces dentales. También es útil para planificar tratamientos como ortodoncia, extracciones dentales y otros procedimientos quirúrgicos.

Identificación de Problemas Ocultos: puede revelar problemas que no son visibles en un examen oral estándar, como los dientes impactados (incluidos los terceros molares o «muelas del juicio»), quistes, tumores y anomalías óseas.

Mínima Exposición a la Radiación: aunque la ortopantomografía implica exposición a la radiación, la cantidad es relativamente baja comparada con otras formas de radiografías médicas.

Proceso Rápido y Fácil: la toma de una ortopantomografía es un proceso rápido y no invasivo, lo que la hace cómoda tanto para niños como para adultos. 

  • TAC: también conocido como tomografía computarizada de haz cónico (CBCT, por sus siglas en inglés) específicamente en el ámbito dental, se trata de un tipo de examen de diagnóstico por imágenes.

El TAC, utiliza tecnología de rayos X para crear imágenes detalladas en 3D de los huesos, los dientes, los nervios y los tejidos blandos de la boca. Esta herramienta es especialmente valiosa en el ámbito de la odontología y la cirugía maxilofacial por diferentes motivos:

Imágenes Detalladas: proporciona imágenes mucho más detalladas y en tres dimensiones que las radiografías convencionales, permitiendo una visualización precisa de la anatomía bucal.

Planificación de Implantes: antes de realizar una cirugía de implante dental, es crucial tener una comprensión detallada de la anatomía del paciente. El TAC bucodental permite evaluar la calidad y cantidad de hueso disponible para los implantes, lo cual es esencial para la planificación quirúrgica.

Evitar Complicaciones: ayuda a identificar estructuras anatómicas críticas como nervios y senos maxilares, lo que reduce el riesgo de dañar estas estructuras durante la cirugía.

Personalización del Tratamiento: facilita la creación de implantes y prótesis a medida, aumentando las posibilidades de éxito del tratamiento y reduciendo el tiempo de recuperación.

Diagnóstico de Problemas Ocultos: puede revelar condiciones que no son detectables en exámenes convencionales, como infecciones ocultas, quistes o tumores.

De acuerdo con lo anterior, estas pruebas diagnósticas por imagen resultan fundamentales y obligatorias en muchas intervenciones bucodentales (como la del presente caso) para poder planificar el tratamiento adecuado y establecer los riesgos específicos para la paciente que del mismo pudiesen derivarse.

En definitiva, dichas pruebas permiten conocer si existe suficiente altura ósea para poder colocar un implante; controlar la proximidad de un nervio adyacente; la elección de la medida del implante, o si, por el contrario, no es posible la colocación del mismo por falta de hueso.

Igualmente, y antes de la realización de cualquier cirugía programada, resulta obligatorio, de acuerdo con lo dispuesto en la ley 41/2002, de 14 de noviembre, reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, la entrega y cumplimentación del conocido como consentimiento informado.

¿Qué es el consentimiento informado?; podríamos definir el consentimiento informado, como la conformidad libre, voluntaria y consciente de un paciente, manifestada en el pleno uso de sus facultades después de recibir toda la información adecuada y específica de su caso, para que tenga lugar una actuación que afecta a su salud.

En el caso que analizamos; no se realizó a la paciente ninguna de las pruebas diagnósticas de imagen referidas, lo que constituye, por si solo, una negligencia médica en implante dental (se fijó directamente fecha para la cirugía, practicándosele ésta a ciegas); como tampoco se le extendió el obligado consentimiento informado, lo que implicaría, además, una mala praxis ad hoc por incumplimiento de la Lex Artis.

Tras la intervención, la paciente presentó de inmediato una serie de síntomas clínicos tales: como sensibilidad en parte de la encía, hormigueo en la zona media del mentón hasta la comisura labial del lado derecho, así como hormigueo y ardor en el tercio anterior de la lengua.

Después de que se le hubiese administrado tratamiento farmacológico, consistente en complejo vitamínico B1 y B6 e Hidroxil, se indicó a la paciente la posibilidad de recuperación de la parestesia parcial del labio inferior y del ardor con la medicación prescrita y el paso del tiempo.

No obstante, y debido a la persistencia de los síntomas, sin recuperación aparente de la sensibilidad en el labio inferior, a los seis meses de la intervención hubo de procederse a la retirada del implante.

La paciente decidió entonces ponerse en contacto con un bufete de abogados especializado en derecho sanitario para consultar su caso. De este modo, se la derivó una nueva clínica odontológica para su valoración y realización de pruebas diagnósticas actualizadas.

De la valoración en consulta y de las nuevas pruebas diagnósticas practicadas, así como de un TAC aportado por la paciente y que fue realizado poco antes de que se produjese la retirada del implante, pudo constatarse claramente, la invasión del espacio biológico que el implante colocado en la zona 47 producía sobre el nervio dentario inferior.

La perito odontóloga que valoró a la paciente, confirmó la existencia de una relación de causalidad directa entre el conocido como mecanismo lesional (cirugía de implante practicada), y la secuela sufrida (afectación de la 3ª rama del nervio trigémino: hipo/anestesia de rama dento/mandibular) .

Tras más de seis meses de seguimiento desde el día en que se realizó la cirugía del implante, y de acuerdo con lo observado en la bibliografía científica para estos casos, al no existir mejoría de los síntomas de la paciente pasado dicho tiempo, se consideraron los daños como irreversibles y, por tanto, adquiriendo estos la condición de secuela.

Acto seguido, mediante burofax, se reclamó de forma fehaciente la Historia Clínica de la paciente al anterior centro odontológico. Sin embargo, la Historia Clínica fue aportada de forma parcial. Sin entregarse; ni las pruebas diagnósticas de imagen; ni el consentimiento informado, ni otra serie de documentos obligados.

Por ello, hubo de interponerse un procedimiento judicial conocido como diligencias preliminares. Cuyo propósito principal es el de prepararse para un juicio o litigio futuro, permitiendo a las partes involucradas recopilar la información y las pruebas que serán necesarias para fundamentar sus argumentos y defensas (permite recolectar pruebas, identificar partes y testigos, evitar sorpresas en un posible juicio, determinar la viabilidad o no de un caso y facilitar acuerdos).

Tras dicho procedimiento, la representación jurídica del centro odontológico que realizó la cirugía se puso en contacto con Atlante Legal para explorar la posibilidad de un acuerdo que evitase el pleito judicial.

Finalmente, ambas partes alcanzaron un acuerdo extrajudicial por el que se reconocía la negligencia médica en implante dental, y se indemnizaba a la paciente por una cantidad superior a los 20.000€.

 

 

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