La negligencia médica por error de diagnóstico es una de las causas más frecuentes de reclamaciones por mala praxis médica.

Este tipo de negligencia no solo tiene repercusiones clínicas, sino que también puede condicionar gravemente el futuro personal, laboral y familiar del paciente. Por ello, en Atlante Legal, como abogados especialistas en derecho sanitario, sabemos que se trata de una situación de especial importancia para el paciente y su familia. En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber para comprender este problema desde el punto de vista jurídico-médico.

     1. ¿Qué es un error de diagnóstico médico?

Un error de diagnóstico ocurre cuando el profesional sanitario no detecta correctamente la enfermedad del paciente, o bien lo hace de forma tardía o incompleta. Esto puede provocar que se administren tratamientos inadecuados o que se pierdan oportunidades valiosas de actuación temprana.

Sin embargo, no todos los errores de diagnóstico constituyen una negligencia. La medicina no es una ciencia exacta, y existen patologías complejas o atípicas cuya detección puede resultar difícil incluso con medios adecuados.

La doctrina de nuestros tribunales ha venido destacando que el diagnóstico médico es un proceso complejo, especialmente cuando los síntomas son ambiguos (Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia nº 111/2019). No obstante sí indica que; si el diagnóstico correcto era factible con los medios disponibles y no se alcanzó por omisiones relevantes, podría existir responsabilidad.

  1. ¿Cuándo un error de diagnóstico es una negligencia médica?

La jurisprudencia establece que para que un error de diagnóstico se considere negligencia médica debe haberse producido una actuación contraria a la lex artis, esto es, a las normas técnicas y científicas generalmente aceptadas por la profesión sanitaria en el momento de los hechos.

El profesional no está obligado a acertar siempre, pero sí a emplear todos los medios disponibles y razonables para llegar a un diagnóstico correcto.

En estos casos, sentencias como la del TSJ de Madrid nº 428/2022, nos resultan ilustrativas: en ella se reconoció la mala praxis por no realizar un seguimiento adecuado del paciente, retrasar pruebas diagnósticas e infravalorar antecedentes clínicos importantes. En supuestos de este tipo, desde Atlante Legal siempre recomendamos asesorarse con abogados especialistas en la materia para poder tener una visión completa y real de qué es lo que ha ocurrido y saber si se dan las circunstancias que permitan reclamar por una negligencia médica por error de diagnóstico, ya se haya producido ésta en el ámbito público o el privado..

  1. Consecuencias legales y sanitarias de un diagnóstico erróneo.

 Las consecuencias pueden ser muy graves: empeoramiento de la enfermedad, secuelas permanentes, tratamientos más agresivos, sufrimiento innecesario o incluso fallecimiento.

Desde el punto de vista legal, si se demuestra que el error fue consecuencia de una actuación negligente, puede generarse responsabilidad patrimonial o civil, e incluso penal en los casos más graves.

La Ley 41/2002, de autonomía del paciente, impone la obligación de informar adecuadamente y documentar la asistencia médica prestada a los pacientes. La omisión de esta información puede agravar el daño derivado de un diagnóstico incorrecto. Para evitar estos supuestos y sus posibles consecuencias, en caso de tener dudas el paciente o sus familiares, resulta fundamental asesorarse con abogados especialistas en negligencias médicas que puedan determinar si realmente ha existido o no una negligencia médica por error de diagnóstico.

  1. ¿Qué debe hacer un paciente si sospecha de un diagnóstico equivocado?

 Lo primero es recabar toda la documentación clínica disponible, es decir, solicitar la Historia Clínica completa que recoja el proceso asistencial en su totalidad: informes médicos, resultados de pruebas diagnósticos, análisis clínicos, etc… También es aconsejable, según los casos, solicitar una segunda opinión independiente.

A partir de ahí, lo más importante es acudir a un despacho especializado en derecho sanitario que pueda valorar el caso desde un punto de vista jurídico y pericial. Una buena recopilación de pruebas puede marcar la diferencia en el éxito de una reclamación.

  1. ¿Cómo se demuestra la negligencia por diagnóstico erróneo?

La carga de la prueba recae normalmente en el paciente o sus familiares, que deben demostrar la existencia de un daño, una relación de causalidad y una actuación contraria a la lex artis. La prueba pericial médica es clave, ya que permite valorar si el profesional actuó con la diligencia exigible y si el diagnóstico correcto era factible en las circunstancias concretas.

En este sentido, sentencias como la del Tribunal Supremo nº 546/2007, vienen a reforzar que; la falta de diligencia o medios técnicos adecuados puede implicar responsabilidad si se aparta de la lex artis.

  1. Plazos para reclamar: ¿cuánto tiempo tengo?

El plazo depende de si la atención médica se prestó en el sistema público o en un centro privado. En la sanidad pública, el plazo para reclamar es de un año desde que se produce el alta médica definitiva o se estabiliza el daño. En el ámbito privado, el plazo general es de cinco años para la responsabilidad contractual, o un año si se opta por la vía extracontractual. Es fundamental valorar cada caso concreto con precisión, ya que el cómputo del plazo puede variar según las circunstancias.

La jurisprudencia también ha señalado que en casos complejos puede iniciarse el plazo desde que el paciente toma conciencia del daño. En estos casos, siempre recomendamos asesorarse con abogados especialistas en negligencias médicas.

  1. ¿Cuándo un error de diagnóstico puede causar una gran lesión?

Cuando el error de diagnóstico provoca secuelas graves e irreversibles, puede considerarse que ha generado la condición de gran lesionado. Esto ocurre, por ejemplo, en casos de:

  • Daño cerebral por error de diagnóstico del ictus.
  • Pérdida de visión por desprendimiento de retina no tratado.
  • Amputaciones por infecciones o isquemias mal gestionadas.
  • Discapacidad grave por cáncer no diagnosticado precozmente.
  • Parálisis tras traumatismos mal valorados.

Este tipo de situaciones exigen una valoración experta no solo del daño físico, sino también de las necesidades futuras de asistencia y adaptación. En supuestos de este tipo, debido a la gran afección e impacto que provocan en el paciente y sus familiares, desde Atlante Legal, siempre incidimos en la vital importancia de asesorarse con abogados especialistas en grandes lesionados.

  1. Indemnización por negligencia médica: qué se puede reclamar.

Se puede reclamar una indemnización por daño corporal, daño moral, lucro cesante, gastos médicos y farmacéuticos, asistencia futura, adaptación de vivienda o vehículo y cualquier perjuicio derivado de la pérdida de oportunidad terapéutica. La cuantía dependerá de la gravedad de las secuelas, el impacto en la vida diaria y la valoración pericial del daño.

La doctrina de la pérdida de oportunidad, consolidada por sentencias como la de la AP de Madrid nº 397/2021, permite indemnizar incluso cuando no es seguro que un diagnóstico correcto hubiera evitado el daño, siempre que existiera una posibilidad real.

Lo relevante a la hora de cuantificar la indemnización, es buscar asesoramiento de peritos evaluadores del daño corporal y abogados especializados en indemnización por negligencia médica.

  1. Conclusión: cómo puede ayudarte un abogado experto.

En Atlante Legal, analizamos de forma global e interdisciplinar con nuestros peritos la viabilidad de cada caso. La negligencia médica por error de diagnóstico; cuándo se puede reclamar por ella y cómo hacerlo, es una cuestión compleja que requiere conocimientos jurídicos, médicos y periciales.

Nuestro equipo está especializado en derecho sanitario y responsabilidad por mala praxis, y contamos con peritos de confianza en todo el país para valorar con rigor cada situación.

Contar con asesoramiento legal desde el principio permite proteger tus derechos y aumentar las posibilidades de éxito en una posible reclamación. ¡Si sospechas que has sido víctima de una negligencia, no dudes en contactarnos!

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