La mastectomía u operación de reducción de mamas, es una intervención quirúrgica que tiene por objeto la disminución del tamaño de las mamas de la paciente con gigantomastia, pero cuando el cirujano no se ciñe a los protocolos médicos reconocidos, pueden llegar a ocasionarse importantes daños, pudiendo plantearse un procedimiento judicial de negligencia médica por secuelas de reducción mamaria.
La mastectomía está indicada en pacientes que, a consecuencia del peso de sus mamas, presentan dolor continuado de espalda o de cuello, irritaciones cutáneas en los pliegues de la piel, problemas respiratorios e incluso dificultad para dormir o para la actividad física.
El objetivo de la cirugía de reducción mamaria, es conseguir unos pechos más pequeños, firmes y proporcionados con el cuerpo de la paciente, para que, al tiempo que pone solución a sus problemas de salud, pueda mejorar su autoestima. Por ello, podemos decir que, la mastectomía, además de un objetivo curativo, tiene cierto componente estético.
Precisamente este componente mixto entre la medicina curativa y la estética, conocido como medicina de medios y de resultados, es lo que facilita la labor jurídica a la hora de reclamar una negligencia médica por secuelas de reducción mamaria, ya que, en los procedimientos de cirugía plástica con un componente estético, el cirujano deberá tratar de garantizar un resultado, y la información pre-quirúrgica, debe realizarse con mayor precisión.
Antes de indicar una cirugía de reducción mamaria, el cirujano deberá hacer un estudio mamográfico, que incluye, una mamografía, una exploración concienzuda y una evaluación de los antecedentes de interés de la paciente, ya que, en ocasiones, hay personas que no son candidatas a esta intervención; como por ejemplo, fumadoras, con obesidad grado I, diabéticas, con problemas de coagulación y de curación de heridas o personas con patologías cardiacas o del sistema circulatorio.
Cuando se indica una mastectomía en pacientes que presentan contraindicaciones, la posibilidad de sufrir daños de consideración incrementa de manera importante, y cuando esto sucede, las pacientes afectadas, pueden plantear un procedimiento de reclamación por negligencia médica por secuelas de reducción mamaria, ya que el cirujano no se ha ceñido a los protocolos reconocidos.
Al margen de las contraindicaciones, también existen riesgos generales inherentes a la cirugía de mastectomía, entre los que se deben destacar, infecciones, asimetría, trombosis venosa profunda, dolor persistente, necrosis de la areola pezón, así como los riesgos propios de la anestesia
Otras pacientes, por sus circunstancias personales o antecedentes médicos, pueden presentar riesgos específicos adicionales, y precisamente, la falta de previsión de estos factores de riesgo por parte del cirujano, es lo que faculta a los paciente a presentar una demanda de negligencia médica por secuelas de reducción mamaria.
Y es que, como en toda cirugía, uno de los aspectos pre quirúrgicos más importantes, es la información verbal y escrita a la paciente, que deberá incluir, pronóstico que de su tratamiento pueden esperarse y de los riesgos que del mismo pueden derivarse teniendo en cuenta sus circunstancias personales o riesgos específicos atendiendo a sus antecedentes de interés.
Esta información pre quirúrgica, debe de plasmarse en el documento de consentimiento informado para la cirugía de reducción mamaria, que debe ser facilitado y explicado de manera completa a la paciente. Precisamente, uno de los supuestos más comunes de negligencia médica por secuelas de reducción mamaria, es la ausencia de consentimiento informado y la información inexacta o deficiente.
Si desea más información sobre cómo debe ser la información proporcionada al paciente, visite nuestro post sobre mala praxis y consentimiento informado.
La cirugía de reducción mamaria se realiza en un quirófano mediante anestesia general, siendo necesario el ingreso de la paciente, operación que tiene una duración de entre 2 y 3 horas, tiempo que puede llegar a prolongarse por problemas intraoperatorios o por complicaciones previas que presentaba la paciente.
Una duración excesiva de una intervención de reducción de mamas, puede incrementar los riesgos de sufrir secuelas, lo que puede dar lugar a una reclamación de negligencia médica por secuelas de reducción mamaria si esa duración no tiene justificación.
El control postoperatorio de la intervención de reducción mamaria es importantísimo, debiendo la paciente ser citada periódicamente en consulta para realización de curas y valoración de la herida quirúrgica, y así, tratar de evitar que existan complicaciones añadidas.
Muchas de las infecciones y necrosis de la areola – pezón sufridas en intervenciones de reducción mamaria, pueden deberse, por una parte, a una deficiente técnica o incumplimiento de los protocolos quirúrgicos, al exponer a la paciente a riesgos innecesario durante la intervención que pueden comprometer la correcta vascularización, pero también, por un deficiente seguimiento post operatorio, ya sea por no realizar las curas oportunas, o no prescribir los antibióticos correctos según las circunstancias personales de la paciente.
La mayor parte de las reclamaciones de negligencia médica por secuelas de reducción mamaria, suelen producirse en el ámbito de la medicina privada, ya que, a pesar de tratarse de un procedimiento quirúrgico encaminado a curar patologías de la paciente, son tratamientos que suelen realizarse en clínicas privadas.
Antes de iniciar el proceso de reclamación, se recomienda solicitar la historia clínica completa, que deberá incluir, las pruebas diagnósticas, el informe quirúrgico, el informe de alta, los informas evolutivos postoperatorios, los consentimientos informados y las gráficas de anestesia, documentos necesarios para poder estudiar y plantear correctamente un procedimiento judicial de negligencia médica por secuelas de reducción mamaria.
Si tiene dudas, le recomendamos que lea nuestra publicación en la que explicamos cómo solicitar todos los documentos necesarios para reclamar una negligencia médica.
Se recomienda que todo este proceso de reclamación, sea llevado por abogados especializados en negligencia médica o profesionales cualificados en el ámbito del derecho sanitario, ya que se trata de procedimientos complejos que precisan de un amplio conocimiento de las normas que regulan los derechos de los pacientes.